Un casco de seguridad o de obra es una equipación que tiene como objetivo proteger la cabeza de un trabajador o trabajadora ante el inminente peligro de un golpe. Pero no únicamente protege frente a este tipo de riesgos mecánicos, sino que también puede salvar de accidentes relacionados con la electricidad o fuerzas térmicas.

Antes de nada, debes tener en mente que estos equipos de seguridad tienen como objetivo prevenir accidentes que no pueden evitarse de otra manera. Eso quiere decir que, aunque como trabajador dispongas de casco, no deben pasarse por alto todas las demás medidas de seguridad pertinentes según el tipo de trabajo. 

demás, debes saber que para que su funcionamiento no se vea corrompido, debes realizar revisiones periódicas del casco. Recuerda que, ¡los cascos caducan! Toma nota de las indicaciones a continuación para asegurar que el casco se encuentra en buenas condiciones: 

  1. Al apretar el casco ligeramente con las manos, este no debe hacer ningún crujido.
  2. Verifica que el equipo de protección no tenga ninguna grieta, rotura de arnés, abolladura o deformación que cause que no se ajuste correctamente a la cabeza.
  3. Comprueba que el brillo externo del casco permanece. En caso contrario, indica que ya no protege frente a las radiaciones solares y, por tanto, deberá ser reemplazado.
  4. Algunos modelos de casco disponen de un sensor de color rojo que, con el paso del tiempo, se va convirtiendo en blanco (lo que indica que el casco ya no está en buenas condiciones). Este indicativo suele encontrarse en la parte trasera del casco.

A continuación te dejamos un video para que veas la importancia de llevarlo:

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