Los riesgos más relevantes que sufre el personal sanitario, provienen del contacto físico y emocional que establecen con los pacientes. Entre los más comunes se encuentran el contagio de enfermedades como la hepatitis o el SIDA, las lesiones musculoesqueléticas que surgen por la manipulación de enfermos o la carga de trabajo y las patologías de origen psicosocial creadas por situaciones como el estrés o el burnout.
Otros problemas muy frecuentes son las dermatitis producidas por el contacto con detergentes y materiales de los guantes, riesgos de pinchazos o cortes con tijeras y otros instrumentos de corte, golpes ocasionados por objetos o caídas y el riesgo de sufrir actos violentos o agresiones por parte de los pacientes o de sus familiares.
Nuestros servicios personalizados garantizan seguridad tanto para el trabajador como para la empresa.