Los patinetes eléctricos llegaron en 2019 para ser una solución a la movilidad y para reducir la contaminación, los patinetes eléctricos han supuesto un cambio en los hábitos de desplazamiento y esto se ha traducido también en las estadísticas de accidentes de tráfico.
En 2019 las bicicletas y patinetes se convirtieron en el cuarto tipo de vehículo con más accidentes laborales de tráfico con baja, por delante de los accidentes con vehículos pesados (camiones, autobuses y autocares) y por detrás de los accidentes con automóviles, motocicletas y vehículos ligeros, según datos de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo.
“En 2020, 2.203 personas en España sufrieron un accidente laboral con baja cuando se desplazaban en bicicleta o en patinete, una cifra que asciende a 2.666 solo en 2019, convirtiéndose en un año clave para este tipo de vehículos” .
Desde 2016 el número de accidentes de trabajo con baja con este tipo de vehículos se ha incrementado un 46% (variación de 2020 con respecto al 2016): sumando un total de 9.881 accidentes con baja. “Un incremento que se aprecia sobre todo en 2019 respecto al ejercicio anterior, con un 45,8% más de accidentes laborales con baja”, apunta Cebrián.
Otro de los datos relevantes que nos ofrecen las estadísticas de AMAT es que el 90,8% de los accidentes laborales de tráfico con estos vehículos se producen in itinere, es decir, al ir o volver del trabajo.
¿Qué debes saber sobre los patinetes eléctricos?
Los vehículos de movilidad personal como los patinetes eléctricos están definidos formalmente como vehículos, por lo que están obligados a cumplir con las normas de circulación.
No pueden circular por travesías, vías interurbanas, autopistas y autovías que transcurran por dentro de poblaciones. Tampoco por túneles urbanos, aceras y zonas peatonales. Son para uso personal, no pueden superar los 25 km/h y no está permitido añadir cualquier tipo de elemento para sentarse si no están dotados del mismo.
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