Alcohol y trabajo: un riesgo que jamás deberíamos normalizar

Consecuencias para la salud y seguridad laboral

El consumo de alcohol, tanto esporádico como habitual, puede afectar la salud física y mental de la persona trabajadora. Produce disminución de la atención, coordinación deficiente, fatiga, y puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.

En trabajos con responsabilidad en seguridad (manejar maquinaria, conducir, realizar procedimientos delicados), cualquier grado de alteración puede suponer peligro para el propio trabajador y para quienes lo rodean.

Lo que implica y por qué es peligroso

Cuando beber alcohol se ve como algo «normal» en reuniones laborales, comidas de empresa o incluso como parte del ambiente social en el trabajo, se reduce la percepción de riesgo. Lo que debería preocuparnos como excepción empieza a ser visto como lo habitual.

La normalización dificulta que se tomen medidas preventivas, ya que se invisibiliza el problema. Las personas pueden no reconocer que su consumo tiene consecuencias o que necesitan ayuda.

¿Qué podemos hacer para evitar normalizar este riesgo?

Aquí algunos puntos:

  • Campañas de sensibilización en las empresas que informen los riesgos reales del alcohol en el trabajo.

  • Políticas claras por parte de empleadores sobre consumo cero en horarios laborales o en actividades que comprometan la seguridad.

  • Programas de prevención temprana y apoyo para quienes ya tienen un consumo problemático.

  • Crear entornos laborales saludables, donde no se promueva socialmente el consumo de alcohol como parte de la cultura empresarial.

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