La obsesión en el trabajo tiene nombre “sisifemia”

En los últimos años, el mundo laboral ha sufrido cambios significativos, acelerados por la tecnología, la globalización y la presión constante por rendir más. Con ello, ha surgido una nueva forma de comportamiento que está afectando a muchas personas: la “sisifemia”. Esta es una palabra que ha empezado a cobrar relevancia en el ámbito psicológico y laboral, y hace referencia a una obsesión por el trabajo, una necesidad constante de estar siempre ocupado y de obtener resultados inmediatos, a veces a costa de la salud física y mental. ¿Te suena familiar? Si es así, es posible que estés experimentando este fenómeno.

¿Qué es la Sisifemia?

El término sisifemia proviene de la mitología griega, donde el rey Sísifo es castigado a empujar una roca cuesta arriba solo para verla rodar de nuevo hacia abajo una y otra vez, un esfuerzo interminable e inútil. Esta metáfora se utiliza para describir cómo algunas personas se sienten atrapadas en una búsqueda constante de logros sin un fin claro, sin satisfacción real, como si estuvieran empujando una «roca» sin ver nunca el resultado.

En el contexto laboral, la sisifemia describe un comportamiento obsesivo que se traduce en la necesidad de trabajar sin descanso. Las personas afectadas pueden sentir una presión constante para rendir, sin importar la carga de trabajo o la falta de satisfacción en lo que hacen. Es como estar atrapado en un ciclo de esfuerzo sin descanso ni recompensas visibles.

¿Cuáles son los signos de la Sisifemia?

  • Sobrecarga de trabajo: Las personas con sisifemia a menudo asumen más tareas de las que pueden manejar, sin delegar, porque sienten que deben estar siempre ocupados.
  • Culpa por descansar: Sentir que descansar es una pérdida de tiempo o que se está «fallando» si no se está trabajando continuamente.
  • Perfeccionismo: El deseo de hacer todo perfectamente, aunque esto implique un sacrificio personal.
  • Falta de satisfacción: Incluso después de lograr un objetivo, no hay sensación de bienestar. El trabajo nunca parece ser suficiente.
  • Estrés y ansiedad: La preocupación constante por el trabajo puede llevar a niveles elevados de estrés, fatiga y ansiedad.
  • Aislamiento social: La dedicación excesiva al trabajo puede hacer que las relaciones personales se descuiden, ya que el trabajo se convierte en la prioridad.

¿Por qué ocurre la Sisifemia?

  • Expectativas sociales y culturales: Vivimos en una sociedad que a menudo valora el trabajo arduo y las largas horas como símbolos de éxito. Esta presión puede hacer que muchas personas se sientan culpables si no cumplen con esas expectativas.
  • Tecnología: Las constantes notificaciones y la conectividad 24/7 han borrado las fronteras entre el tiempo personal y laboral. Es fácil caer en la trampa de trabajar más de lo necesario, sin poder desconectar.
  • Competencia en el trabajo: En muchos entornos laborales, la competitividad puede fomentar la sensación de que siempre hay que hacer más para sobresalir.
  • Perfeccionismo y ansiedad: Las personas que buscan la perfección en todo lo que hacen pueden caer en el ciclo de trabajo constante para evitar errores, lo que a menudo no se traduce en mejores resultados.
  • Miedo al fracaso: La constante necesidad de trabajar puede estar vinculada a un miedo subyacente al fracaso o a la inseguridad profesional.

¿Por qué es esencial actuar?

La ausencia de medidas frente al acoso laboral puede acarrear consecuencias graves, tanto para la empresa como para los empleados:

  • Consecuencias legales: Multas y sanciones por no cumplir con la normativa vigente.

  • Daño reputacional: Pérdida de confianza por parte de clientes y colaboradores.

  • Impacto en la salud: Estrés, ansiedad y otras afecciones en los trabajadores afectados.

Conclusión

La sisifemia es una manifestación moderna del estrés laboral crónico que pone en peligro nuestra salud mental y física. Si te has sentido atrapado en este ciclo interminable, recuerda que no necesitas estar siempre ocupado para ser valioso. Es posible encontrar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y reconocer que la productividad no siempre significa estar trabajando más, sino trabajar de manera más inteligente y saludable.

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