Estas semanas hemos repasado algunas recomendaciones y síntomas del golpe de calor, sin embargo, hoy vamos a hablar de la prevención para golpes de calor:
- Es clave evitar realizar las acciones con mayor exposición al calor o de mayor exigencia física en los horarios centrales del día, y situarlas al inicio o al final de la jornada laboral.
- Realizar pausas con frecuencia en lugares con sombra y buena ventilación, especialmente si empezamos a sentir sensación de mareo o sofoco.
- Reducir la intensidad de la actividad física en los momentos de mayor temperatura, reduciendo el ritmo laboral todo lo que sea necesario.
- Beber agua abundantemente y de manera continuada, ya que la deshidratación es uno de los principales factores de riesgo para sufrir un golpe de calor.
- Vestir adecuadamente, con ropa amplia, fresca y que transpire.
- Cubrir siempre la cabeza, ya que es una de las partes del cuerpo que se ve más afectada por las elevadas temperaturas.
- Es clave intentar tener siempre alguna otra persona cerca para que, en caso de vernos afectados por el golpe de calor, pueda dar la alarma y tomar las acciones previstas. Nunca debemos trabajar solos o aislados del resto en situaciones de riesgo.